¿Por qué 'Timecode' debería ganar el Oscar?

Timecode es el ganador del Goya a Mejor Cortometraje de Ficción, ganador de la Palma de Oro de Cannes y ¿del Oscar? | Por Esteban Crespo

Cuando se publique este artículo, ya sabremos si es el destinatario de la estatuilla dorada. Yo espero que sí. No puede ser que nuestra cinematografía, la del submundo del cortometraje, que goza de un bagaje lleno de éxitos a nivel mundial, nunca se haya llevado el Oscar.

Arturo Méndez, Daniel Villanueva, Juanjo Giménez y Pere Altimira. ©Féliz Valiente

Quiero creer, quizás de forma ingenua, que los académicos han visto Timecode aunque no haya tenido un apoyo potente de las instituciones de su país, como los títulos con los que compite.

Juanjo Giménez ha dirigido un corto con magia, una historia de amor sin conflicto, sutil y emocionante. Una pieza que fascina, que te lleva a ese sitio tan profundo e inexplicable al que pocos autores saben llegar y que, de esos, ninguno tiene muy claro como lo consiguió.

Timecode tiene estrella, la que hizo que un trabajo tan sutil brillara entre los miles de cortos que tiene que ver un seleccionador de Cannes para elegir a los diez que van a competición. La estrella que le hizo ser el más votado entre los académicos españoles, como sabemos, tan poco dados a ver cortos. La misma que hizo que los seleccionadores de los Oscar lo sintieran brillar entre todos los que pasaron la primera criba, cortometrajes que llevaban más de seis meses promocionándose con esas figuras tan “curiosas” y “oscuras” como son los publicistas de Los Ángeles.

Cuando hoy conduces por Sunset Boulevard y alzas la mirada, te encuentras con una inmensa valla publicitaria del corto francés que compite con Juanjo, Le femme et le TGV, que ocupa toda la fachada de un edificio. Lo mismo sucede al abrir la revista Variety y el Hollywood Reporter, tanto este último como el danés Silent Nights tienen su espacio publicitario, que les dota de una presencia mediática que, desafortunadamente, no tiene el corto que nos representa. Timecode debería tener el respaldo de un país que apoya y acompaña a sus autores, una industria que entiende que ganar un Oscar es una de las mayores imágenes de marca que se puede tener.

Pero Timecode sobresale por sí solo y porque ha llegado en el momento adecuado: en el año de La La Land. La gente en Los Ángeles relaciona las dos obras, es una de esas coyunturas extracinematográficas que tanto gustan a los académicos de Hollywood. Espero que esta coincidencia les ayude a ver este corto, porque si lo ven ganará y si lo ven dos veces, arrasará, porque Timecode gana con cada visionado.

Juanjo, compañero, si no ganas, nosotros habremos perdido. Sin embargo, tú habrás ganado escribir este articulo la próxima vez y poder hacer un largometraje pronto y con unos medios y un presupuesto aceptables. ¡Tú sí sabes bailar!

*Esteban Crespo ganó el Goya al Mejor Cortometraje de Ficción por Aquel no era yo (2013).