Y el Goya de Honor es para…

Foto de Juan Antonio Bardem

Goya de Honor 2002 · 16 Edición

Juan Antonio Bardem

Director, guionista y productor

Madrid, 1922 – 2002

Patriarca de una familia con genes de cine, Juan Antonio Bardem vio como pasaba toda su vida por delante cuando recibió el Goya de Honor en 2001, galardón que recogió junto a su hermana Pilar y su hijo Miguel. Una selección de escenas de sus películas con la voz del director de fondo hablando de su obra precedió a una ovación y, tras los agradecimientos, el cineasta, guionista y productor preguntó si había algún productor en la sala porque tenía un par de proyectos y quería que le empleasen porque “no tengo mucho tiempo que perder”, declaró el autor de Muerte de un ciclista, profesional, que no rodaba desde 1997. En aquel año llevó a imágenes Resultado final, cinta que supuso el debut cinematográfico de Mar Flores en la que reflejó su visión sobre los últimos veinte años de la política en España.

Cuando recogió el galardón, este reivindicativo y comprometido profesional vio reconocidos sus cincuenta años de carrera porque ese mismo año celebró el 50 aniversario de su estreno como cineasta, ya que en 1951 se puso por primera vez detrás de la cámara con su compañero Luis García Berlanga en Esa pareja feliz, sátira protagonizada por Fernando Fernán Gómez, Elvira Quintillá y José Luis Ozores. También ese año escribió el guión de Bienvenido Mr. Marshall junto a Berlanga.
Calle Mayor –adaptación de la pieza teatral de Carlos Arniches con Betsy Blair como protagonista que fue premiada en Venecia–, Muerte de un ciclista –galardonada con el premio FIPRESCI en el Festival de Cannes–, Sonatas y Cómicos son obras fundamentales de este grande del cine español que firmó veinte películas y para quien lo único que hacia falta para rodar era “una buena cabeza”.

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Conocedor del oficio, quería a todas las historias que realizó, aunque guardaba especial cariño de Siete días de enero y La advertencia, película que rodó en Bulgaria sobre George Dimitrov. La venganza, Nunca pasa nada, Varietés, La corrupción de Cris Miller y El puente también llevan la firma de este resistente de nuestra cinematografía que dedicó su vida al cine, medio que entendía como testimonio crítico de un momento humano.

Con una de las miradas más lúcidas y comprometidas del cine español, Bardem se fue sin rodar la segunda parte de Calle Mayor, Regreso a Calle Mayor. Es lo que tiene esto del cine. “O me dicen que no son comerciales, o que no tienen erotismo o que les falta violencia. Siempre hay un pero”, recalcaba Bardem, En su popular intervención de las Conversaciones de Salamanca, en 1955, dijo: “El cine español es políticamente ineficaz, socialmente falso, intelectualmente ínfimo, estéticamente nulo e industrialmente raquítico”.

 

 

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