Joven y alocada

Hay dos cosas que Daniela ha aprendido a sus 18 años: que no hay peor pecado para un evangélico que “fornicar” y que su libertina vida sexual está precipitando su puesto en el infierno.

Tras una serie de incidentes, los padres de Daniela, dos cristianos dogmáticos y conservadores, descubren que su hija no es la virgen que creían y la someten a un estricto castigo. Daniela es obligada a aislarse del mundo y a realizar un trabajo voluntario en un canal evangélico de Chile.

Justo cuando creía que sus tormentos eran asunto pasado, la amenaza de nuevo demonio remece sus jornadas en el canal evangélico. Daniela se enamora de Antonia, una carismática periodista agnóstica, con quien ha establecido amistad. La felicidad de este inesperado e incendiario primer amor dura poco.