Mil cosas que haría por ti

La policía interroga a Dani -un sencillo comerciante- sobre el robo a una joyería de la que han

desaparecido unos diamantes. Dani se declara inmediatamente culpable y se dispone a confesarlo

todo.

Dani explica que entró en la joyería porque necesitaba una réplica de un reloj de lujo, regalo de

cumpleaños de Mónica, su novia, que lo había abandonado debido a la pérdida del reloj.

Dani desgrana la historia previa al robo. Dice que, influenciado por Elías, un amigo judío medio

psicólogo, pensó que recuperando el reloj extraviado también recuperaría a Mónica. Dado que

Dani no recordaba nada en relación al reloj extraviado, decidieron hacer una réplica exacta para

presentarla como la verdadera.

Para financiar la operación réplica, Dani pide dinero a los Fratello, unos prestamistas italianos de

su barrio. Pero la operación réplica fracasa porque el número de serie original no coincide con

la réplica.

Dani y Elías localizan la joyería donde Mónica compró el reloj, pero el propietario se niega a facilitarles el número de serie. Entonces deciden asaltar la joyería -sin robar nada- sólo para averiguar el número. Contratan los servicios del Fino, un reconocido delincuente.

Los Fratello presionan a Dani para que pague el préstamo. Dani no sólo no puede pagar sino que

se ve obligado a pedir más dinero para financiar la operación con el Fino. Los Fratello financian

la operación, pero tienen un plan: se ponen de acuerdo con el Fino para robar los diamantes de

la joyería y presentar a Dani como el único culpable.

Finalmente, un hecho rocambolesco implica el Fino y a los Fratello en el robo y Dani es exculpado,

demostrándole a Mónica todo lo que podría llegar a hacer por ella y recuperando así su

relación.